Lo que es evidente en la obra de Xul Solar (1887-1963) es el cromatismo intenso, lírico, transparente y cálido; un juego de formas dinámicas que se mueven en el espacio y una geometrización permanente. Y luego se ven las imágenes, interpretadas como figuras imaginadas, que parecen símbolos oníricos, surrealistas y metafísicos. En ese, su extraño mundo, surgen enigmáticos laberintos, misteriosos castillos, exóticas montañas, extrañas figuras humanas, homúnculos fabulosos, llamativas formas larvadas, arquitecturas fantásticas y marionetas a las que se suman grafismos, letras, números, palabras, horóscopos, la estrella de David, la cruz, los mandalas, soles, lunas y serpientes que integran un complejo mundo simbólico. Ahora sabemos que este hombre ha de estar retorciéndose en su tumba. Lo suyo no es producto de la imaginación, sino de la intervención de los "espíritus benefactores", que denuncian a gritos el accionar de quiénes están aquí para destruir a la humanidad.
Y quienes son los "espíritus benefactores"?
ResponderEliminarRecién entras al blog, ¿verdad? Es preciso continuar, con paciencia, hasta el principio.
ResponderEliminarLos 'espíritus benefactores' son especies extraterrestres que han evolucionado espiritual y moralmente; tienen cuidado, tienen respeto, son protectores. Son los andromedanos, los de Alfa centauri, los arcturianos, los tau cetianos, etc. Es cierto que denominarlos 'espíritus' se puede prestar a falsas interpretaciones. Ellos nos inducen ideas de solidaridad, de ayuda mutua, de justicia, de respeto hacia los recursos, etc.